Día 35 en Sofía "Philadelphia"

Hola mundo!! Menudo día!!. Empezaba leyendo a mi amigo Paco Barba, de profesión gasolinero, amante de la música, erudito de las tecnologías y de inmensa alma periodística quien, casi a diario, nos transmite a través de su página de facebook una particular y propia visión de la actualidad, haciendo que esa enorme distancia que separa Baena y Sofía, parezca diminuta. Consta desde la información meteorológica, hasta  la cantidad de bicicletas que ese día desfilan por la vía verde, pasando por un repaso a las genialidades más significativas de nuestros políticos lumbreras y la situación tan precaria de algunas opiniones en nuestra España.

Haciendo referencia a la vetustez de algunas opiniones, me viene a la mente, y con motivo de la fecha que se acerca, aquella que mantenían los "peperos" en contra del matrimonio homosexual y las relaciones tachadas de "no sanas" con las que los chicos de la banderita se despachaban a gusto, respaldados por esa institución mayoritaria y de culto a la que pertenecemos casi todos y que en tantas ocasiones saca a relucir su versión más arcaica de la vida. "Salvar a la humanidad de las conductas homosexuales es igual de importante que evitar la destrucción de las selvas" toda una declaración de intenciones sin sentido, más propia de aquel alemán con bigotillo pequeño que se hacía representar por el cruce de dos alcayatas, que de un miembro respetado de esa comunidad que cada año pide de forma desinteresada marcar una X en nuestra declaración de Hacienda. "Por tantos, por todos", a lo que deberían añadir la coletilla que exceptúe a "estos que forman parte de ese plan macabro para exterminar a la humanidad", como asimismo, muy locuaz (valga la ironía) definía el año pasado el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig.

¿Y por qué hablar de ésto hoy?. Porque en Bulgaría la tolerancia se reduce a los mínimos. Resulta muy difícil ver en la calle a una pareja de personas del mismo sexo abrazados, besándose o simplemente cogidos de la mano. La Brigada Anti-homos del siglo XXI parece planear sobre sus cabezas de forma unánime, como una nube negra. Es triste, pero más triste es el grupo de "sin cerebro", como me definía un amigo de Sofía ayer, que en varios puntos de la ciudad encabezan una recogida de firmas para prohibir el albedrío y desfile de los "raros" en el día de la reivindicación a su derecho. Más allá de encasillar a nadie bajo una condición sexual, pienso que sería un marco de libertad importante y de europeización para todos aquellos ciudadanos que crean conveniente poder manifestar su voluntad más allá de las cadenas que oprimen al bien y al mal. Tratando de auto dirigir mi postura, para ser capaz de entender a aquellos abanderados que esperan que la gente firme contra aquello que consideran monstruoso, lo que sí estoy muy seguro es de que, al menos, deberían hacerlo sin un cartel tan horripilante, tan estúpido, tan humillante y tan fuera de lugar como el que suelen llevar allá donde instalan sus trincheras.

 ¿Cuanta gente vive con la intranquilidad de su conciencia? ¿Cuántos sueñan con la autodeterminación y a la vez recogen firmas? La escritora francesa Simone De Beauvoir dijo "en sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad: lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación"...y un ejemplo de ello... Philadelphia.

Simone De Beauvoir