Bulgaria es un país con un estándar de vida económica muy bajo; a pesar de ello, los búlgaros son gente muy agradable, hospitalaria y dominan el arte de la buena mesa; el hecho de ir a comer y a beber con ellos es una experiencia inolvidable; las comidas son como una fiesta. Por ejemplo, es muy tipico que la mayoría de los restaurantes tengan música, grabada o en vivo; los búlgaros aman la música mientras comen o beben, dicen que así la comida y la estancia sientan mejor y sinceramente, despues de esta noche... opino que llevan toda la razón.
Los restaurantes son muy distintos a los españoles, tienen su propia personalidad para atraer a los clientes. Poseen ambientes muy bien decorados, servicio excelente, la mayoria de ellos emplean como camareras a chicas jóvenes vestidas en atractivos uniformes tipicos del lugar o simplemente trajes llamativos que destaquen las característica de la mujer búlgara. Es curioso destacar que muchos restaurantes son como casas o castillos particulares con lo cual los comedores, son habitaciones de 3-4 mesas haciendo que la velada sea más intima.
En Sofia hay numerosas cafeterias de muy diversos estilos. Las mas concurridas por la gente joven, especialmente por las chicas, son las del tipo Viena, las cuales ofrecen muchos tipos de delicatessens, cafes y cockteles con diversos licores. También se pueden tomar tortas exquisitas, creps, mousses, helados fantasia, ensaladas exóticas de fruta, pasteleria de diseño. Muchas de estas cafeterias ofrecen también sopas especiales y ensaladas bulgaras, emparedados tostados, aperitivos, batidos de leche, zumos frescos, etc.
Recomiendo ir a la casa del helado Jimmy’s (www.jimmys.bg) que esta en la calle de Anguel Kanchev n. 11, donde quedareis asombrados con la inmensa carta de especialidades heladas que tienen; toda una fantasia creativa. Si se quiere disfrutar de una cocina diferente los restaurantes búlgaros son los más recomendables pero tambien los hay internacionales como italianos, mexicanos, brasilenos, indios, chinos, americanos, españoles, franceses, etc. Las tabernas irlandesas son muy populares entre la gente joven ultimamente asi como las pizzerias.
Pero quien viene a Sofia no se puede perder una cena auténticamente búlgara en "veseloto celo".
Decorado al viejo estilo rústico de Bulgaria, con tipicas ropas de
folklore y diversos accesorios; la especialidad y atracción principal de
la casa es el cheverme, una enorme pierna de cordero asada sobre
carbones vivos ante los ojos de los comensales e insertada en un gran
pincho giratorio (una vez asada pasean la enorme pieza en su pincho por
todo el restaurante al son de la musica búlgara). Mientras se disfruta
de esta cena entrañable se puede disfrutar de la música en directo y
llegar a ser parte del espectáculo de los cantores y danzas auténticas
del folklore del país. Toda una experiencia en la que nos involucramos de manera sobresaliente. Alguna foto hay por ahí.
Muchos restaurantes de Sofia son viejas casas renovadas. Uno tiene la sensación de comer en una casa privada, creándose por tanto un sentimiento hogareño y romántico dificil de olvidar. Por su encanto y calidad, me han recomendado una de las mejores casas-restaurante de Sofia que lleva el extrano nombre de Beyond the Alley, Behind the Cupboard, una vieja casa judia renovada y decorada en el estilo art deco. Entre sus huespedes famosos han pasado Bill Clinton, Madeline Albright, Christopher Lambert, Max von Sudoff, Catherine Deneuve, etc. Por lo general sus clientes son politicos, diplomáticos, artistas, extranjeros y gente joven de buen nivel. Combinan las exquisiteces búlgaras con las orientales y europeas, consiguiendo una gastronomia creativa muy personal (por ejemplo, una ensalada de lechuga con peras, queso francés y almendras) caracteristica que lo han situado en la cima más alta de los mejores restaurantes europeos. Y en el cual dudo mucho que mi bolsillo pueda permitirse ni siquiera una "tapita".
Tanto hablar hoy de comida. existe en mi facebook un personaje meticuloso que ya me ha enviado, con cariño, el primer tirón de orejas. Un tal Antonio Ruz, gran deportista, y que ha visto que aquí jalamos a lo grande. Es cierto que como puedes ver la comida es estupenda... pero al día siguiente... hay que tratar de hacer lo imposible... convertir la grasa en "acero puro". (jajaja). Dejo foto que demuestra mis intentos.
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