El día en que Aznar amaga, o más bien se amarga, con volver a la política, el que faltaba para completar el Belén, he conocido el caso de una madre barcelonesa que sin ovarios, pudo dar a luz a su hijo Lucas hace ahora nueve meses, y al que hoy presentaba ante los medios como un chico rubio, fuerte y sano. Espectacular avance médico. No tan magnífico va a resultar el gobierno que quieren formar en Bulgaria la oposición junto a DCP y ATAKA para llevar el timón del barco búlgaro. Una coalisión de la que todo el mundo duda a día de hoy.
La vida... y como siempre su opuesta. La muerte. Hoy nos ha dejado el cantante francés de origen griego Georges Moustaki, uno de los grandes nombres de la canción francesa de los últimos sesenta años, a los 79 años de edad.
Moustaki nació en Alejandría el 3 de mayo de 1934, en el
seno de una familia originaria de la isla de Corfú, y se crió en un
ambiente nutrido por diversas culturas (judía, griega, italiana, árabe y
francesa). Desde muy pronto siente entusiasmo por la literatura y la
canción francesa (especialmente por Édith Piaf), lo que le llevó a instalarse en París en 1951. Fue allí donde quedó hechizado por la música de Georges Brassens
que fue para él una auténtica revelación. En 1958 conoce a Édith Piaf y
escribirá para ella la letra de una de sus canciones más populares, «Milord». De esta época son algunos de sus grandes éxitos: «Sarah», «La Dame brune» y «Ma Liberté» que tantas veces he visto escuchar a mi padre. Ya en 1968 escribe, compone e interpreta "Le métèque", su mayor éxito, que marcó un relanzamiento de su carrera artística.
En 1968 escribe, compone e interpreta «Le métèque»
(«El extranjero»), su mayor éxito, que marcó un relanzamiento de su
carrera artística. Descanse en Paz.
Diferente y muy grande ha sido la noticia que he recibido hoy. Una visita ya confirmada para el próximo Lunes 3 de junio. No es ni más ni menos que una pesona a la que llevo seis meses sin ver y con quien siempre trato de sacar tiempo para mantener el contacto de nuestro día a día. Sin obligaciones ni correcciones, simplemente porque nos necesitamos, nos queremos y nos echamos de menos. Han pasado cosas en este tiempo, importantes y tristes al mismo tiempo, y hemos tenido la mala suerte de haber pasado el trance separados. Cada uno en una punta de Europa. Por eso... y Dios mediante, dentro de unos días podré pegarle un fuerte abrazo y seguro que suelto, o más bien, soltamos, alguna que otra lagrimilla. Pero aún.... no os voy a contar quien es. Sólo os diré que le estoy preparando varias sorpresas.
Sofía sigue intacta, se mantiene elegante ante la primavera, aunque a veces el tiempo no le acompaña y nos deja un goteo interminante que nos hace llevar siempre la chaqueta colgada del brazo. Es primavera, es mayo, época de balance. Los estudiantes apuran sus días de exámenes, repasan hasta el último momento para conseguir la mejor nota, y en la universidad de Sofía se puede sentir esa inquietud previa a esos controles que decidirán el resto de sus vidas. Carpetas, libros, apuntes, fotocopias... qué recuerdos!!!
Hoy no puedo entretenerme demasiado. Me esperan para cenar aprovechando que mañana es festivo. Se celebra el día de los Santos Metodio y Cirilio, creadores de ese marivolloso alfabeto búlgaro al que tanto cariño tengo. Menudo invento. Os informo que muy pronto podréis leer en la revista de la SAFA un artículo y algunas fotos de nuestra estancia en Sofía que no tienen precio y que espero animen a muchos alumnos más a decidirse a escoger la oportunidad de realizar sus prácticas en el extranjero."Bulgarian Pie"
Hola Antonio.
ResponderEliminarNos acaba de dar tu madre esta dirección para que entremos a ver tus peripecias por esas tierras. Nos gusta mucho el blog, que he imprimido para que Ary lo lea con calma.
Como estás lejos, y sabemos que te gusta Córdoba, entra en mi blog http://cordobadeilustres.blogspot.com que en arriba a la derecha en "Archivos del blog" verás el índice, que después de ver la ciudad te invito a que participes en Requiebros y piropos a Córdoba. Nos gustaría ver allí tu pluma.
Un fuerte abrazo, Manolo y Ary